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Desconecta

Te voy a dar un consejo, desconéctate, deja de comportarte como si fueras un adolescente, deja de actualizar Twitter cada 5 minutos, deja de chequear Facebook en cada semáforo en rojo, borra algunos números, conserva otros…

Llegar hasta aquí y escribir esto significa comerme mis propias palabras y es que hace más bien poco fui así. Llevo un tiempo dándole vueltas a todo esto de la hiperconexión, al “always connected” o como quieras llamarlo, a cómo la tecnología, lejos de acercarnos, nos ha ido separando más, separándonos en lo importante, acercándonos en lo banal, a cómo hemos desarrollado una atracción a lo intrascendente, devorando toda clase de información basura, alejándonos casi sin darnos cuenta, cambiando una llamada que esperas todo el día con ilusión por cinco mensajes sin sentido y desaprovechados en los que la mitad son emoticonos, hablando de cosas importantes por whatsapp en vez de escuchar tu voz

Llevo usando Internet desde Infovía allá por 1995. Empecé a navegar con el móvil a través de WAP cuando sólo se podían leer las noticias línea por línea en una pantalla de 16 colores. Probé las videollamadas en cuanto salieron pensando que aquello era el futuro… con esto quiero decir que estoy muy acostumbrado a la adopción de nuevos patrones de uso de la tecnología, pero no consigo acostumbrarme, y es aquí donde voy, a ver a cuatro personas que han quedado para tomar un café consultando el móvil constantemente. Lo primero que hace una persona cuando se sienta es poner el móvil encima de la mesa, estando más pendiente de ver cuando llega una notificación que de la persona que tiene enfrente. Me resulta muy incómodo estar con alguien y que esté consultando el móvil cada dos por tres como si estuviera esperando la nota final del último examen a notario. Lo peor de todo es que no creo que la gente lo haga de mala fe o por falta de educación, simplemente lo hemos convertido en un vicio, en una manía absurda que convierte ese café en descafeinado.

Generalizar esto y decir que la tecnología tiene la culpa de todo sería caer un gran error y es que la forma de usar las cosas sólo depende de nosotros. No me he radicalizado, ni voy a inmolar el móvil, sigo teniendo Facebook y WhatsApp, me parecen grandes herramientas que permiten comunicar cierta información en determinados momentos que de otra forma sería más complicado, como por ejemplo este post, pero simplemente y como dice el Robe, “me estoy quitando”.

No hay nada peor que tener a alguien a nuestro lado y hacer que esa persona se sienta como si no tuviese la menor importancia en nuestra vida. Desconéctate.

 Dr. Pablo Salmerón.

Lo que no ves

miscroscopio labomedA medida que pasan los años la forma en la que uno mira las cosas cambia, algunas cambian día a día, otras de año en año… El proceso de cambio es complejo, sin embargo, a veces, basta un solo segundo para hacer que mires de otra forma para siempre, una alegría, una tristeza… Voy entendiendo que hay cosas que existen que no se pueden ver o tocar, hay algunas que están ahí y simplemente requieren un poco más de atención para percibirlas, otras en cambio, pasamos por encima de ellas sin darnos cuenta, cometiendo el mayor error de nuestras vidas, pero ojo, están ahí, que no las veas no significa que no existan, no es excusa.

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La endodoncia microscópica que hago se basa en el detalle, anatomías imposibles de ver a simple vista, conductos radiculares que se dividen en dos a mitad de su trayecto… cosas imposibles de ver si no utilizamos magnificación.

La foto que veis la he tomado con el microscopio, la letra es de tamaño “2”, y la he querido comparar con el tamaño de un pelo. Haced la prueba en el editor de texto.

La vida, el amor, la ciencia, se basan en los pequeños detalles; los resultados de pasarlos por alto  o no, pueden ser muy distintos. Nunca es tarde para empezar a fijarse. Nunca es tarde para empezar a ver… lo que no ves.

Dr. Pablo Salmerón.

Fractura vertical de raíz


En este post quería hablar sobre fracturas verticales ya que el otro día tuve un caso, el de la foto que hice con el microscopio, de un primer premolar maxilar que iba a endodonciar en Salmerón Cambra Clinic, y presentaba una fractura vertical a nivel coronal en dirección mesiodistal que continuaba hasta la furca la cual dividía al diente en dos raices, vestibular y palatina. El diente presentaba una restauración antigua por distal que no estaba en oclusión y que posiblemente propició la fractura por lo zona mesial en la cual se puede ver la línea de fractura. Existía también sensibilidad a la percusión vertical y cierta movilidad, sin embargo, no había evidencias significativas ni pérdida de hueso en las pruebas radiográficas.

El fin de este de este tipo de dientes suele ser siempre la extracción. Me hubiera gustado tener alguna foto del diente completo pero al extraer la pieza se rompió en dos por toda la linea de la fractura.

La mayoría de fracturas verticales se deben a una concentración excesiva de fuerzas sobre algunas zonas del canal radicular. Estudios han demostrado que la curvatura del canal radicular parece más importante que la morfología externa de la raiz, en términos de concentración de estrés, y el poco espesor de la dentina remanente incrementa la magnitud pero no la dirección del estrés generado por fuerzas. De hecho a medida que se reduce el espesor de dentina mesiodistal aumenta la concentración de fuerzas en las paredes vestibulo linguales y con ello una mayor predisposición a la fractura en esta dirección contrariamente a lo que se podría pensar en un principio, a más espesor de dentina, más dificil será que se rompa en esta dirección, pues no, no es así.

Son tres los factores que determinan el reparto y dirección de fuerzas, a) la forma del canal radicular, b) la forma de la raíz, c) el espesor de la dentina. La forma del canal parece ser el factor más importante en la determinación del reparto de fuerzas.

La mayoría de fracturas verticales se suelen dar en premolares, tanto maxilares como mandibulares, seguido de fracturas en la raíz mesial de molares mandibulares e incisivos centrales

El mecanismo por el cual aparecen las fracturas verticales de raíz no está del todo claro. Las fracturas no se deben sólo a una causa sino a la suma de diferentes factores. Una mala técnica a la hora de preparar un conducto que va a ser endodonciado puede ser uno de los motivos más frecuentes de sobrecarga de estrés en las paredes dentinarias. La colocación de postes son consecuencia también de un gran porcentaje de las fracturas verticales de raíz.

Uno de los mayores problemas que encontramos en los casos de fracturas verticales es que no son fáciles de diagnosticar. La mayoría de síntomas suelen aparecer años después de la fractura. Podemos encontramos así, sensibilidad a la percusión y a la palpación vertical, presencia de fístula, o un gran y aislado bolsillo periodontal que no se corresponde con una situación de periodontitis general. Radiológicamente podemos observar una zona radiolúcida con pérdida de hueso horizontal a lo largo de la raíz afectada.

fractura verticalEl diagnóstico de fracturas verticales representa un verdadero reto para el dentista ya que los síntomas son similares a los de una endodoncia fracasada y las pruebas radiográficas no suelen mostrar la fractura de un modo claro. Otro de los problemas en dientes endodonciados es que muchas veces los materiales de obturación no nos permiten ver la línea de fractura en la radiografía ya que se encuentra en el mismo plano. Los pacientes pueden experimentar ansiedad al ver que que el tratamiento endodóntico no está funcionando cuando en realidad el problema es la fractura post o pre endodoncia.

Dr. Pablo Salmerón.

Hasta siempre 2012

Se acabó 2012, y con él un año duro, intenso, un año de despedidas y reencuentros, un año en el que he aprendido a echar de menos cosas que no se pueden ver ni tocar, un año que me ha hecho madurar y pensar a la fuerza casi tanto como los 29 anteriores, un año donde la realidad que nos rodea ha sacado lo mejor, y a veces lo peor de nosotros mismos, un año donde la solidaridad de la gente ha brotado como nunca antes la había visto, quizá soy demasiado joven aún y siempre ha estado ahí oculta. 2012 nos ha hecho entender que somos un todo, que solos no vamos a ningún sitio.

Sin lugar a dudas 2012 nos dejará un recuerdo imborrable en alguno de nosotros, una cicatriz que nos recordará nuestros errores pero también nuestras victorias. Un año que nos ha enseñado a luchar, poniéndonos a prueba, a veces hasta perder la ilusión, pero si algo he aprendido de 2012 es que todo termina saliendo, que hay que confiar, que hay que dejarse ayudar y ayudar, que todas esos pensamientos catastrofistas que recorren nuestra mente día a día rara vez se cumplen, que todo esto sólo tiene sentido si construimos entre todos algo grande, poniendo lo mejor de nosotros mismos en cada cosa que hacemos por pequeña que sea, que el mejor lugar para estar es donde uno quiere estar, que la vida al fin y al cabo son las personas que te rodean y que prácticamente todo lo demás sobra.

Y es que lo que acabas de leer ya es pasado y tu próxima respiración futuro…

Hasta siempre 2012.

TU SONRISA

Y es que todos mis recuerdos parten de ella…

Todos esos momentos en los que tu sonrisa cambiaba mi mundo de arriba abajo sin darte cuenta, risueña, alegre y cómplice, capaz de parar el tiempo y engañar a mi alma. Recuerdo cada gesto de tus labios dibujando otra sonrisa en los míos, en el cine, junto al mar, explorando caminos, compartiendo una cena, o mi preferida, después de un beso…

Nunca podrás llegar a saber el efecto que tu sonrisa tuvo en mí y es algo que recordaré toda mi vida.

Gracias por habérmela regalado cada día.

Dr. Pablo Salmerón.