Hasta siempre 2013

Después del post medio optimista del año pasado no se muy bien como empezar este, parece que no han cambiado muchas las cosas, lo gris sigue siendo gris, lo negro negro y lo blanco blanco. Algunos deseos han desaparecido, otros siguen enquistados y alguno nuevo de última hora ha hecho que 2013 tenga algo de perdón. Escribir haciendo balance sobre todo lo que ha pasado este año me resulta difícil, me han pasado cosas buenas y cosas malas, lo difícil no es escribirlas sino saber si las quiero compartir, saber si quiero volver ahí.

2013 ha sido un año fácil, no significa que haya sido bueno, ni tampoco malo, simplemente fácil. Me he dejado llevar por la misma corriente que venía de 2012 y las cosas han ido pasando de forma natural por simple efecto de la gravedad.

Profesionalmente ha sido un año bueno, aunque nunca dejaré de aprender, mis tratamientos con el microscopio son reconocidos por compañeros de profesión hasta el punto de que me mandan sus propios pacientes para que yo trate de solucionar cierto tipo de casos, o ellos mismos se ponen en mis manos para que yo los trate; para mi no hay nada más satisfactorio que eso, de verdad, mil gracias por confiar en mi.

Personalmente, termino el año feliz, y con eso basta.

Aunque eso de encuadrar la vida en años o en periodos es un poco absurdo, y quizá, como decía Jostein Gaarder, nosotros seamos el conejo blanco que se saca del sombrero de copa, tengo que volver al discurso de 2012, hay que tener esperanza en que las cosas irán a mejor, van a ir a mejor, SE que van a ir mejor, que la vida es una carrera de fondo, un camino, que hay gente que se queda a mitad y gente que no llega, pero yo, voy a llegar.

Y es que, “…se hace camino al andar”.

Dr. Pablo Salmerón.